El Real Madrid vuelve a salir victorioso del Camp Nou. El conjunto blanco se impuso por 1-2 en el Clásico disputado ante el Barcelona, con el que deja muy tocado a su máximo rival en la Liga Santander y con el que confirma que le ha tomado la medida al estadio blaugrana. Con la de este domingo son ya cuatro los encuentros consecutivos de los madridistas sin perder, ganando los dos últimos encuentros. Pero hay más, sólo una victoria culé como local en los últimos nueve encuentros entre ambos.
La superioridad del Real Madrid respecto a los barcelonistas empieza a consolidarse. Tanto en la Liga ganada por los blancos en 2020 como el pasado curso, salieron con un buen resultado del estadio azulgrana. Un empate y una victoria a los que se suman el empate cosechado en las semifinales de la Copa de 2018 y el triunfo de este curso.
Cuatro encuentros sin perder que reflejan que los blancos han sido, en este último lustro, mejores en el cara a cara ante su máximo rival. De hecho, desde 2016, desde que Zidane cogiera las riendas del primer equipo en 2016, sólo han perdido en una ocasión –con Lopetegui– mientras que han empatado en cuatro y ganado en otras tantas.
Aquel «no se puede ganar en el Camp Nou» dicho por Schuster en los prolegómenos de un Clásico que le costó el cargo de entrenador, ha dado un vuelco de 180 grados y, en estos momentos, da la sensación de que el Barça es incapaz de revertir la situación a corto plazo. Prueba de ello es que desde 2010 no encadenan dos encuentros seguidos en casa ante el Madrid ganando.
El conjunto blanco ha hecho del Camp Nou uno de sus estadios favoritos en los últimos años. En los tiempos de la BBC comenzaron a imponer su superioridad, algo que han mantenido tras su desmantelamiento y que perdura con la llegada de las nuevas promesas como Vinicius y Rodrygo.
En este último quedó claro que aún les queda mucho a los de Koeman para superar al equipo de Ancelotti. Aunque el resultado fue ajustado, las sensaciones sobre el césped dejaron clara la superioridad de los madridistas, con una sólida defensa cimentada sobre Alaba y Militao y con un Vinicius en modo estelar, que hizo lo que quiso con la zaga culé.
El austriaco y el brasileño se encargaron de hacer justicia en el marcador, con una gran jugada. El central disputaba el primer Clásico de su carrera y debutó con gol, consolidando su buena racha en el Camp Nou, donde siempre había ganado con el Bayern, en tres partidos jugados. Por su parte, Vini volvió a dejar claro que el dominio en los enfrentamientos ante los culés está en sus botas, volviendo a ser de lo mejor de los madridistas y siendo determinante en el primer tanto.
La victoria sirve, además, para certificar la primera victoria de Carlo Ancelotti en un Clásico. En su anterior etapa, el italiano sí que le ganó al Barça, pero nunca a domicilio, perdiendo por 2-1 en los dos encuentros disputados en territorio blaugrana. Además, sirve para prorrogar el mal de Koeman ante los blancos. El neerlandés, tras tres enfrentamientos, no ha sido capaz de rascar ni un empate contra los madridistas.
El dominio del Real Madrid también se traslada a la capital, donde han superado al Barcelona en los últimos dos encuentros que se disputaron en el Bernabéu y en Valdebebas. En total, los blancos suman cuatro victorias consecutivas en los Clásicos, teniendo en cuenta duelos disputados en la Ciudad Condal y en Madrid y cinco sin perder, después de empatar a cero en Barcelona en la temporada 2019-20, en un encuentro cargado de polémica en el que a los blancos no les señalaron hasta tres penaltis claros.